.com/img/a/
.com/img/a/

.com/img/a/

Se desarrolla en San Nicolás la primera de las audiencias previstas en el marco de la causa en la que se investiga el abuso sexual a niños y niñas en edad de preescolar, presuntamente ocurridos dentro del Jardín Belén y la Parroquia San Roque. María Luján Rubíes, preceptora de la institución; y Anselmo Ojeda, portero, declararon en el primer día del juicio

rubies%20ojeda
De espaldas, Ojeda y Rubíes minutos antes de declarar ante el Tribunal. Foto: San Pedro Hoy

Tulio Mattiussi fue el único de los tres imputados que decidió no declarar en el primer día de audiencias del juicio que se lleva adelante en los Tribunales de San Nicolás y que lo tienen como imputado por los presuntos abusos ocurridos dentro del Jardín Belén y de la Parroquia San Roque. María Luján Rubíes y Anselmo Ojeda, expreceptora y exportero del Jardín, sí declararon. El Defensor Alejandro Ares (Rubíes y Ojeda) mantiene una estrategia diferente a la que intenta imponer la defensa de Mattiussi, a cargo del doctor Marchetti. Sus defendidos respondieron preguntas de Fiscalía, la querella y las defensas este lunes y se declararon inocentes de los cargos que les imputan. La defensa de Mattiussi continúa intentando recusar al Tribunal, al que acusa de parcial.

Rubíes explicó que sólo trabajaba en el Jardín desde 2016, en el turno mañana. Detalló que su tarea era "recibir a los papás y los nenes", a las 8.00 y aseguró que no manejaba llaves "ya que siempre hay un portero". Afirmó que se trataba de un trabajo "demasiado exigente".

Rubíes describió que el escritorio de la preceptora está al lado del de la Secretaria y de la Directora (explicando cuál era el espacio físico que ocupaba dentro del Jardín),y ratificó que "la que tiene a cargo a los nenes es la docente". Dijo que sólo los asistía por orden de la docente que "es la tutora desde que entran hasta que se van", y como parte de su defensa Rubíes describió todas las tareas y el tiempo que le demandaban. Aseguró que los baños, uno de los lugares señalados como escenario de los abusos, están ubicados frente al Salón de Usos Múltiples (SUM), que estaban con las puertas "siempre abiertas", y que en ese SUM "siempre hay actividades".

"Soy totalmente inocente. No hice nada de lo que me están acusando. No sé por qué estoy acá, no lo entiendo. Me enfermé por esto. Soy una persona que no tuvo nunca un problema. No entiendo qué me hicieron", cuestionó Rubíes frente al Tribunal y agregó: "Me enfermé de cáncer por esto. Seis meses después (de la primera denuncia) me denuncian de todo esto que no sé qué es". Rubíes afirmó que pasó por "dos cánceres, la enfermedad en el cuerpo y la enfermedad de esta denuncia que me hicieron". La preceptora contó que trabajaba como catequista, que tocaba la guitarra en la Iglesia. "Me dediqué siempre a Dios", afirmó. "No tengo nada que ver con esto. Me sacaron mi vida".

Rubíes respondió preguntas no sólo de la Defensa, que la representa, sino también de la Fiscalía. Hernán Granda, fiscal de juicio además de instructor de la causa que la llevó a juicio oral, indagó sobre uno de los dichos de la mujer, que afirmó haber recibido pedidos de docentes de "buscar un chico cuando este chico no estaba". Indicó que la guarda es de la maestra pero que "si le faltaba un nene porque iba al baño", daba aviso a la preceptora porque "no pueden dejar los chicos solos en sala". La preceptora tiene que ver dónde están en ese momento.

Fiscalía indagó si los chicos iban solos al baño. Rubíes afirmó que "a veces sí y a veces no", por lo que los fiscales insistieron en que responda si iban o no solos al baño y dijo que "no". Desde el Ministerio Público Fiscal advirtieron esta contradicción mientras la mujer trataba de explicar que los baños están en un sector de permanente circulación de personas (frente al SUM). Finalmente Rubíes reconoció que hubo oportunidades en que lo pequeños iban solos al baño del Jardín.

Tanto Rubíes como Ojeda confirmaron que los baños tenían un cubículo extra que se usaba como depósito. En el baño "de nenas" se guarda el papel higiénico y rollos de cocina, entre otros elementos; Ojdea, en su declaración posterior, confirmó que en "el (baño) de varones" guardaban una cortadora de pasto y tarros de pintura (ver más abajo).

La mujer dijo que por las características de las puertas de los baños "a los nenes se los ve por abajo por arriba y un adulto lo ve", tratando de explicar que era imposible que los abusos ocurrieran en ese lugar ante la vista del resto del personal y alumnos o alumnas. Fue el abogado del propio Mattiussi, el doctor Marchetti, el que preguntó a Rubíes si ella facilitó alguna vez, trasladando un niño o niña hacia la Parroquia, una situación de abuso que tuviera a Mattiuassi como protagonista. Lo negó. También aseguró que "el pasadizo", denunciado por las familias de las víctimas que serviría para llegar directo a la Parroquia, desde el Jardín, "es una vieja puerta" que lleva "más de 15 años", tapiada con ladrillos. Si bien no recordaba la fecha exacta de la obra, y ante la duda que se generó en la querella ya que dijo que entró a trabajar al Jardín en 2016, Rubíes remarcó su vínculo con la institución: "Conozco la parroquia. Fui la primera promoción del Jardín Belén".

estillonaturalwb-mayo


Anselmo Ojeda contó que era el encargado del mantenimiento "total" del Jardín y que trabajaba doble turno: "De 7.00 a 13.00 y de 16.00 a 18.00". Su trabajo era acondicionar las salas antes de la llegada del personal y los alumnos y las alumnas; y recibirlos en la puerta a la hora del ingreso. "Me quedaba afuera hasta que entraban todos", afirmó. Dijo que nunca asistió a ningún niño en el baño de la institución, que no era su función, y que "esto es una pesadilla", en referencia a la acusación. "No sé cómo llegué hasta acá. Estaba por jubilarme, trabajé desde los 14 años. Intento ser una buena persona, honesta, de mucho sacrificio, viví de changas, corté pasto, quise darle un futuro a mis hijos y lo había logrado y estaba abocado a ayudar a mis nietas para que sigan el mismo camino", dijo ante el Tribunal y agregó: "Semejante acusación no la puedo entender. Soy totalmente inocente, no puedo entender de dónde salió todo eso".

Ojeda confirmó que guardaba en el baño de varones una máquina de cortar pasto y tarros de pintura, entre otros elementos de mantenimiento. Las herramientas de uso diario estaban en la cocina y el pasto "se cortaba el fin de semana cada quince días", aclaró. Dijo que repuso papel higiénico de los baños en algunas ocasiones, pero fuera del horario escolar, en momentos de tarea de limpieza. "La preceptora verificaba que no hubiera chicos antes de entrar".

La Fiscalía, durante la primera audiencia, puso el foco en una puerta de emergencia ubicada en un pasillo lindero al sector de baños. Esa puerta estaría siempre con llave y tendría la particularidad de poder abrirse con la misma llave desde el interior, como del exterior. Eso facilitaría el acceso al sector de baños sin recorrer el resto del establecimiento. Ojeda declaró que había sólo una llave, "en un manojo" y que desconoce quiénes tenían copia, si es que existían otras copias.

Durante la jornada y tras la declaración de dos de los tres imputados, comenzaron a declarar familias (principalmente madres y padres de las víctimas de los abusos) y se esperaba que por lo menos quince personas expongan frente al Tribunal. Sus testimonios no serán publicados en ninguna de las notas de este portal por respeto y resguardo de las víctimas y sus familias. Tampoco las identidades de testigos del juicio. El martes, durante la segunda audiencia, será el turno de los y las peritos.
.com/img/a/

Bottom Ad [Post Page]

| Diseñado por Colorlib