Son 10 las personas que resisten dentro del edificio de Belgrano y Quiroga para evitar el vaciamiento. Hubo renuncias, personas que se dieron por despedidas y personal que salió a buscar trabajo mientras espera que se resuelva en conflicto. Una sociedad está interesada en comprarla, pero la venta se trabó el viernes por falta de documentación


Desde el 7 de julio de 2021 la Clínica San Pedro permanece cerrada. Son 7 meses de incertidumbre para el personal que, agotado por la situación, se dividió entre quienes permanecen dentro de la clínica para evitar el vaciamiento; quienes renunciaron, quienes se dieron por despedidos o despedidas y quienes, pese a ser aún empleados o empleadas del centro asistencial, no asisten en su horario al edificio de Belgrano y Quiroga ya que debieron salir a buscar trabajo mientras continúa el conflicto.

Semanas después del anuncio del cierre aparecieron los compradores. La firma Sadeyk SRL se hizo cargo de la clínica aunque la documentación que avalara la venta no apareció sino hasta varios meses después de la transacción. Nelson Suárez Irala, presidente de la SRL, fue el primero en poner la cara pero poco tiempo después, enfrentado con el personal, "fue apartado" de la firma. Aparecieron entonces en escena como representante de la firma Alejandro Otero y como abogado, Daniel Castro. "Hoy tienen perimetrales, no se pueden acercar al personal por denuncias de violencia de género y hostigamiento", afirmó Paula Esquivel, empleada de la clínica que resiste su vaciamiento dentro del edificio. Esquivel aseguró que la misma restricción pesaría sobre el "administrador" del centro asistencial, Claudio Quiroga.

A siete meses del anuncio del cierre, del traslado improvisado de pacientes que estaban internados en terapia intensiva por "ultimátum" de integrantes del Directorio de la clínica -lo que valió una denuncia penal por la muerte de uno de los vecinos derivados al Hospital-, aparecieron nuevos interesados en comprar la clínica que, pese a la venta que fue demostrada ante el Ministerio de Trabajo, nunca fue puesta en funcionamiento.


"Esto se cerró el 7 de julio y no se abrió más. Hubo intentos del personal que los médicas sigan atendiendo, algunos traumatólogos y el doctor Lijhestrom seguían viendo a pacientes, pero el laboratorio, rayos, todo eso no funcionó más", recordó Paula en La Radio 92.3 y agregó: "Estamos nosotras cuidando la clínica y está una de las chicas que facilita las recetas de PAMI, porque hay gente que todavía capita acá en la clínica".

Esquivel reveló que hay "persona interesadas en comprarla", y que los socios de la firma que quiere quedarse con la "Nueva Clínica San Pedro" se reunieron con autoridades Municipales. "El viernes tenían que venir a entregar libros contables (los dueños actuales) para que el comprador avance, comprar y abrir inmediatamente la Clínica", explicó y advirtió: "Suárez Irala apareció ahora, vino el viernes, no dejó los libros, vino con un martillero a tasar la clínica porque va a pedir un préstamo en nombre de la clínica". En el mismo sentido contó que los nuevos interesados "se reunieron con Castro y Otero, hicieron una propuesta, ellos la aceptaron, estaba todo cerrado de palabra, iban a entregar los libros contables el viernes, pero Suárez Irala salió con esto".

"Suárez mandó mensajes, que fueron certificados por escribano, diciendo que si las empleadas no dicen que es mentira todo lo que pasó (las denuncias contra Castro, Quiroga y Otero), él no iba a firmar para que la clínica se venda", denunció.

Desde el Ejecutivo confirmaron el encuentro. Admiten que la propuesta es seria y que la sociedad interesada en comprar la clínica mostró contundencia a la hora de explicar cuáles son los intereses en la reapertura de la Nueva Clínica San Pedro. Los nombres por el momento son una incógnita, pero sí confirmaron, al igual que lo hizo Esquivel, que "no son personas de San Pedro".

"Con el viejo Directorio hemos tenido contacto, ellos también están tratando de que esta gente entregue los libros contables", contó Paula en La Radio 92.3, y aseguró que el vínculos con los médicos cuyas casas fueron escrachadas durante una movilización tras el cierre de la clínica "mejoró mucho", por la intervención de estos ante los nuevos dueños por el incumplimiento de lo pactado en la transferencia de acciones. Esquivel aseguró que a partir de esta intervención del exdirectorio a través de sus abogadas, entre el personal se disipó "la sospecha" de que la venta fuera una maniobra ("pantalla") para tapar el vaciamiento de la Clínica.

"Esta gente (Otero, Quiroga y Castro) desde octubre no aparecía, la responsabilidad hasta ese momento era nuestra, nos pidieron que buscáramos gente para Rayos, para el Laboratorio, pero no era nuestra responsabilidad, somos empleados, era todo muy loco", criticó Paula y tildó a la situación de "circo".

Destacó que "el Municipio siempre estuvo", y contó: "Hemos pedido algo y siempre han estado tratando de ayudar, igual que los distintos gremios, sacando a Sanidad que hizo poco y nada. Los pocos afiliados que quedamos nos vamos, en mis caso yo voy a mandar la carta de renuncia a Central explicando por qué".

Paula aseguró que "los que somos empleados de la Clínica vamos a accionar en la Justicia para que paguen ellos (Sadeyk SRL) los sueldos, porque tampoco podés cargar a la persona que va a venir semejante deuda". Recordó que les deben sueldos desde agosto, además de cargas sociales; y las deudas que mantienen con proveedores y con Coopser (el gas fue cortado).

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