El Intendente Cecilio Salazar encabezó el acto oficial por el día de la Soberanía Nacional en Vuelta de Obligado y reiteró críticas a la gestión Milei. "La Patria no se vende, la Patria se defiende", reclamó. El discurso completo
Sin presencia de funcionarios nacionales ni provinciales, el Intendente Cecilio Salazar encabezó el acto oficial por el Día de la Soberanía Nacional en el sitio histórico de Vuelta de Obligado a 180 años de la batalla que marcó un hito en la defensa de la soberanía nacional. Durante la ceremonia se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretado por Majo del Barro, y se realizó la colocación de una ofrenda floral en homenaje a los caídos. Susana Ciucci, vecina de la localidad, compartió un repaso histórico sobre los hechos del 20 de noviembre de 1845 resaltando el valor de las fuerzas de la Confederación Argentina que resistieron el avance anglo-francés en este lugar. Luego, el Subdelegado Juan Cruz Gajate destacó el significado que este sitio tiene para la comunidad y su importancia en la memoria colectiva.
Salazar fue el principal orador del acto. En su discurso apuntó contra la gestión Milei afirmando que "a 180 años de aquella resistencia, la soberanía vuelve a ser amenazada", y comparó: "No con cadenas sobre el río, sino con cadenas más modernas: el tremendo endeudamiento que condiciona; la entrega de recursos estratégicos; la colonización económica disfrazada de libre mercado; la idea peligrosa de que el país debe ser administrado como una empresa, donde las personas son números que se ajustan, se recortan o se descartan".
En el mismo sentido remarcó que "en estos tiempos difíciles, muchas veces se instala la idea de que los problemas comienzan y terminan en el municipio", y reclamó: "El verdadero desafío no nace en San Pedro: nace en un modelo nacional que ajusta, endeuda y debilita a las provincias y, especialmente, a los municipios, que somos el primer lugar al que acude el vecino cuando necesita respuestas".
El discurso completo:
"Queridas vecinas y vecinos, autoridades, instituciones, representantes de nuestra comunidad:
Es un honor profundo estar una vez más, en este suelo histórico de Vuelta de Obligado, a 180 años de una de las gestas más trascendentes de la Argentina.
Un lugar donde el coraje no fue un concepto: fue un hecho concreto, protagonizado por hombres y mujeres de esta tierra que decidieron que la Patria no se negocia.
El 20 de noviembre de 1845, nuestras milicias —con recursos limitados, pero con una voluntad inmensa— enfrentaron a las potencias más fuertes del mundo.
Y lo hicieron acá, en Vuelta de Obligado, parte de nuestro querido San Pedro, donde Lucio Mansilla ordenó resistir el avance extranjero y defender el derecho de un pueblo a decidir sobre sus ríos, su comercio y su territorio.
Aquel día, la dignidad nacional habló más fuerte que los cañones. Y esa dignidad se sostuvo gracias a hombres valientes profundamente patriotas, pero también gracias a las valientes mujeres que formaron parte activa de la Defensa.
Quiero mencionar especialmente a Petrona Simonino, símbolo de la valentía femenina en la Batalla de Obligado, y reconocer también a Josefa y María Ruiz Moreno, Rudecinda Porcel, Carolina Suárez, Francisca Nabarro y Faustina Pereira, mujeres que desde la retaguardia sostuvieron la logística, la preparación de municiones, la asistencia a los heridos y el ánimo de los combatientes.
Porque la historia se completa cuando nombramos a quienes quedaron en las sombras. Y hoy, aquí, en su tierra, las honramos como corresponde.
También corresponde recordar a Juan Manuel de Rosas, figura central de aquella época y a la Confederación Argentina que defendió la soberanía frente a la flota anglofrancesa en el río
Paraná.
Nuestra ciudad tiene un lugar privilegiado en la historia nacional. Acá se encendió una llama que todavía guía a la Argentina. Acá se defendió el futuro.
Y no sólo en 1845: San Pedro también aportó al proceso independentista a través de figuras como Fray Cayetano Rodríguez, quien redactó el Acta de la Independencia en 1816. Somos un pueblo que estuvo, está y seguirá estando del lado correcto de la historia.
A 180 años de aquella resistencia, la soberanía vuelve a ser amenazada. No con cadenas sobre el río, sino con cadenas más modernas: el tremendo endeudamiento que condiciona; la entrega de recursos estratégicos; la colonización económica disfrazada de libre mercado; la idea peligrosa de que el país debe ser administrado como una empresa, donde las personas son números que se ajustan, se recortan o se descartan.
Pero nosotros sabemos —porque lo aprendimos de esta tierra— que ninguna Nación puede ser libre si entrega su patrimonio y su gente.
Hoy quieren convencernos de que la Argentina no vale. De que nuestros recursos deben quedar afuera.
De que el pueblo es un gasto. Pero la historia nos enseña lo contrario: cuando la Patria estuvo en manos del pueblo, la Argentina creció; cuando estuvo en manos ajenas, retrocedió.
Desde este lugar sagrado quiero decirlo con total claridad: La Patria no se vende. La Patria se defiende.
Se defiende con trabajo, con educación pública, con salud para todos, con producción nacional, con cultura viva, con memoria histórica. Se defiende con un Estado presente que cuide a quienes más necesitan. Se defiende con militancia, con organización y con esperanza, como lo hicieron los hombres y mujeres de Obligado.
Hoy quiero rendir homenaje a los sampedrinos y sampedrinas que día a día sostienen nuestra identidad, nuestra cultura, nuestras instituciones. Y también a quienes ya no están, pero siguen levantando con su
obra, su vida y su ejemplo la historia de nuestra ciudad y de nuestro país.
Queridas y queridos vecinos: Hace 180 años, acá, en este mismo lugar, la Argentina dio una lección al mundo. Demostró que un pueblo decidido es invencible. En esta actualidad tan compleja, nuevamente, la Patria nos llama.
Esta mañana, en este monumento histórico, me toca hablar como Intendente, pero también lo hago como militante y sobre todo como argentino, les quiero decir que debemos estar más firmes que nunca. Pero también más responsables que nunca. Quienes tenemos funciones públicas debemos recordar que servimos al pueblo y no a nosotros mismos. El cargo no es un privilegio: es una responsabilidad.
Quiero decir algo con total claridad, porque la gente merece saberlo. En estos tiempos difíciles, muchas veces se instala la idea de que los problemas comienzan y terminan en el municipio. Pero el verdadero desafío no nace en San Pedro: nace en un modelo nacional que ajusta, endeuda y debilita a las provincias y, especialmente, a los municipios, que somos el primer lugar al que acude el vecino cuando necesita respuestas. No es casualidad que en estos días varias ciudades de la provincia de Buenos Aires hayan tenido que declarar la emergencia económica. Eso demuestra la gravedad del contexto y también el enorme esfuerzo que venimos haciendo en San Pedro para sostener los servicios, acompañar a nuestra gente y cumplir con nuestras obligaciones con los mismos recursos limitados que tiene toda la región. Y mientras tanto, hay quienes prefieren mirar para otro lado o confrontar entre nosotros, en vez de asumir con honestidad quiénes representan ese proyecto nacional y quiénes trabajamos todos los días para que nuestra ciudad no quede a la deriva. Es importante que el pueblo lo sepa: acá hacemos todo lo posible, pero hay decisiones que nos condicionan desde arriba, y por eso necesitamos unidad, compromiso y una mirada sincera del momento que vive la Argentina.
La confianza que la comunidad deposita en cada uno de nosotros se honra con trabajo, presencia y compromiso, no con privilegios ni con indiferencias. Porque hoy, la gente nos necesita más que nunca
y hay que estar a la altura. El que no entienda eso, que se mire en este río y en esta historia, porque acá mismo quedaron grabados los nombres de quienes sí estuvieron a la altura del momento.
Sigamos defendiendo nuestra soberanía, nuestra identidad y nuestro futuro. Sigamos trabajando por una Argentina digna, justa y soberana como nuestro pueblo merece.
¡Viva la Soberanía Nacional!
¡Viva San Pedro!
¡Viva la Patria!
Muchas gracias y que Dios los bendiga"
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