Jorge Salinas fue apartado de sus cargos por el Obispado de San Nicolás tras ser denunciado por una mujer oriunda de Ramallo. Lo acusan de abuso sexual. Estaba a cargo de las parroquias de Santa Lucía, Pueblo Doyle y Pérez Millán
Una mujer oriunda de Ramallo denunció en el Destacamento de Pérez Millán al párrico Jorge Salinas, responsable no sólo de la Iglesia San Carlos Borromeo de esas localidad, sino también de la Parroquia de Santa Lucía; la iglesia Nuestra Señora del Luján de Pueblo Doyle; y la parroquia de La Violeta. En menos de 24 horas, el Obispado de San Nicolás informó públicamente su alejamiento.
La denuncia conmocionó principalmente a vecinos y vecinas de Pérez Millán. Salinas llegó a la localidad tras la destitución del párroco Juan Enrique Antón, también denunciado por el presunto abuso sexual de dos niñas, aunque la causa fue archivada por falta de pruebas.
Salinas no gozaba de buena reputación. En 2013, un grupo de fieles de Villa Unión, en La Rioja, juntaron cerca de 700 firmas para pedir su traslado debido a reiterados hechos de maltrato. El párroco había dicho que se trataba de personas que querían prensa. Salinas, ya jubilado, tenía pensado mudarse a Córdoba, de acuerdo a lo que expuso ante vecinos de Santa Lucía.
La causa fue caratulada como "abuso sexual simple", por la justicia en San Nicolás mientras la Ayudantía Fiscal de Ramallo tomó intervención para avanzar en la investigación contra Salinas y determinar si existió, o no, delito