Los dueños de las viviendas, de entre 18 y 35 años, en las que se realizaban fiestas ilegales en medio de la cuarentena fueron trasladados a la Comisaría e imputados. Hubo una séptima fiesta con más de 300 personas en Pueblo Doyle que Policía no pudo frenar por falta de personal


Policía trabajó durante toda la madrugada del domingo para desarticular fiestas clandestinas que se desarrollaban en distintos puntos de San Pedro. Fueron 7 los eventos en los que irrumpió la fuerza de seguridad e imputó a los organizadores y una octava fiesta, en Santa Lucía, donde la cantidad de gente desbordó a los oficiales de policía que llegaron hasta el lugar.

La primera de las fiestas fue desbaratada en Litoral al 1400. Un joven de 18 años fue trasladado a la Comisaría y quedó imputado por organizar el evento que reunió unas 90 personas. El segundo operativo fue en Uruguay al 2500. Otro joven de 18 años fue demorado en la Comisaría por organizar el evento con más de 100 personas.

Desde Caroni al 800 trasladaron a un joven de 21 años, responsable de una fiesta clandestina con más de 100 personas y desde Noseda al 2300 a un joven de 29 años que reunió en la propiedad al menos a 130 personas.

Hubo un quinto operativo policial en Laprida al 2400. Un hombre de 35 años fue demorado y quedó imputado por reunir a  al menos unas 160 personas en una fiesta y otro operativo similar tuvo lugar en Boulevard Moreno y Las Provincias, organizado por otro joven de 21. Detectaron la presencia de al menos 150 personas. Los seis imputados deberán afrontar una causa pena en el fuero federal.

Las dos fiestas restantes fueron denunciadas en Santa Lucía y Pueblo Doyle. En Doyle Policía logró frenar la fiesta ilegal que se llevaba adelante pero en Santa Lucía no. Es que tras la denuncia y al arribo de los efectivos del Destacamento encontraron más de 300 personas y se vieron desbordados.

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