Un informe emitido por el Instituto Nacional del Agua marca que la futura evolución de los niveles de agua del Río Paraná dependerá de la distribución espacial de las lluvias.


En medio de la bajante histórica que atraviesa el Paraná, y de los incendios sin control en zona de islas, el Instituto Nacional del Agua emitió un informe el miércoles en el que marca que "la perspectiva meteorológica indica escasas lluvias en el corto plazo", por lo que "la futura evolución de los niveles en el río Paraná dependerá fuertemente de la distribución espacial y montos de las lluvias".

El INA remarcó que "no se registraron precipitaciones significativas durante la última semana. Para la semana próxima" y que "se espera que esta situación persista en el tramo superior, mientras que en el tramo inferior se espera el pasaje de un sistema frontal que aporte lluvias del orden de los 40 mm".

Afirmaron que la tendencia climática no permite esperar una recuperación significativa en los próximos tres meses" y anunciaron que "las conversaciones formales con los países vecinos se mantendrán en las próximas semanas, concentrando la atención en el caudal entrante al tramo argentino del río Paraná".

El miércoles, cuando se emitió el informe, la altura del río frente a San Pedro era de 0,36 metros, muy por debajo de su promedio en condiciones normales. Se espera que el promedio de junio sea de 0,57 metros y que alcance los 0,65 metros en julio; y 0,75 metros de altura en agosto.

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