El 13 de mayo un productor rural de Pueblo Doyle vivió horas de terror. El hecho llegó a los medios como un robo de soja de un productor a otro que fue caratulado como hurto y evitado por Patrulla Rural. Pero la historia es distinta: la persecución de la víctima al camión que transportaba la soja robada duró media hora hasta que llegó el CPR y hubo salvajes intentos de agresión. Ahora, piden investigar a policías bonaerenses que estuvieron en el lugar.


Tiene 28 años y es el responsable de la estancia "La Oración", ubicada en kilómetro 39 de la Ruta Nacional N° 191. El 13 de mayo pasado manejaba su camioneta Toyota Hilux dentro del predio rural y observó que salía desde uno de los lotes de la empresa Agropecuaria La Oración un camión volcador cargado de soja, vehículo que no pertenecía a la firma ni al contratista a cargo de la cosecha del campo. Comenzaron ahí los 30 minutos de terror para la víctima cuyos detalles conoció San Pedro Hoy.

La Doctora Viviana Ramos, titular de la UFI 11 de San Pedro, está investigando el hurto de 10 toneladas de soja. El imputado es un productor rural de Santa Lucía. Sí, un productor que le robó a otro. El segundo apuntado es el contratista a cargo de la cosecha del campo: un hombre domiciliado en Pueblo Doyle. Pero los propietarios de La Oración pretenden que se contemplen los agravantes en la causa y que además se cite a declarar a policías que tuvieron un extraño accionar al momento de la detención (ver más abajo)

La noche del 13 de mayo, el joven de 28 años a cargo de la producción de la estancia ubicada en el kilómetro 39 de la Ruta 191 pasó con su camioneta frente al ingreso de uno de los lotes y observóa la presencia de un camión volcador que salía del campo con intención de seguir su recorrido, de destino incierto, por la Ruta Provincial 191. Cruzó su vehículo frente al camión, bajó de la camioneta  y confirmó, a simple vista, que circulaba desbordado de soja. El cereal era del campo, pero el camión y el chofer nada tenían que ver con la empresa.

Fue cuando tomó el celular y llamó a la policía. El conductor del camión, identificado después como productor rural, se alteró, puso en marcha el vehículo y embistió a la camioneta con el joven productor dentro. El lateral trasero derecho de la Hilux quedó destruido.

El camionero emprendió su fuga y ahí comenzó la persecución en plena ruta. En varias oportunidades el delincuente se detuvo, se bajó del camión y se acercó a la víctima blandiendo un crique de llaves de tubo. El joven que trataba de no dejar escapar al productor que le estaba robando 10 toneladas de soja debió evitar la agresión conduciendo su vehículo en reversa. El camionero volvía a intentar alejarse, la persecución continuaba y se repetía la secuencia. Así durante media hora hasta que finalmente llegaron efectivos del Comando de Patrulla Rural y lograron detenerlo.

Los propietarios de La Oración entienden que existe un "acuerdo delictivo entre el contratista que ese día había finalizado la cosecha del cereal" y el productor rural que salió del campo manejando el camión lleno de soja. Así lo dejaron asentado en un escrito en la UFI 11 que lleva, ni más ni menos, la firma del Exprocurador Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires.

Hay una importante diferencia entre un "hurto" y un "robo". Y por supuesto las consecuencias penales son menores para la persona que "hurta", que para la "roba". Para hurtar, según el código penal, hay que "tomar las cosas muebles ajenas con ánimo de lucro y sin la voluntad de su dueño". ¿En qué se diferencia entonces del robo?: en el empleo de la fuerza.

En empleo de la fuerza queda más que claro en el relato de la víctima. Fueron reiterados los ataques que sufrió el joven que intentó evitar el robo. Por ello, en el escrito pidieron a la justicia que se recaratule el hecho y se agraven las concencuencias penales para el productor rural que conducía el camión.

No existe sospecha sobre la Patrulla Rural, sólo un cuestionamiento por la demora en llegar al lugar. Sabida es la falta de recursos de la fuerza para recorrer los kilómetros de caminos rurales que tiene el Partido de San Pedro. Pero sí existe un pedido a la justicia para investigar la posible connivencia de otras personas. Sostienen que nadie puede "cargar un camión y circular tantos kilómetros con 10 toneladas de cereal en soledad y sin algún grado de protección" en medio de las restricciones que regían en ese momento, muchas de las que persisten, por la pandemia del coronavirus.

También piden que indaguen al contratista, conocido vecino de Pueblo Doyle; y al chofer del camión, un productor rural renombrado en Santa Lucía, para tratar de establecer a quién venderían ese cereal robado a Agropecuaria La Oración.

La sospecha sobre la bonaerense

Mientras el chofer del camión ya detenido esperaba sentado dentro del vehículo, y efectivos de la Patrulla Rural custodiaban la carga y escuchaban el relato de la víctima, aparecieron en escena dos efectivos de la Policía Bonaerense. La presentación hecha ante la Fiscala Viviana Ramos sostiene que "los uniformados llegaron desde Santa Lucía" y se acercaron hacia el chofer que ya estaba aprehendido en el lugar. 

¿Lo llamativo?: Hablaron varios minutos con el productor detenido que estaba sentado dentro del camión y, para sorpresa de la víctima, se fueron sin hacerle ninguna pregunta a él. Se subieron al móvil y volvieron en sentido hacia la localidad.

Ahora los productores afectados quieren saber qué hacían allí efectivos policiales que "nada tenían que ver con el procedimiento" y por qué hablaron con el chofer detenido y no con la víctima del robo y violento ataque posterior. Tampoco la presencia de esos efectivos quedó asentada en el acta del procedimiento. Reclamaron que se los identifique y se les tome declaración por su presencia en el lugar.

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