Aunque los hechos denunciados por la regatista fueron considerados prescriptos, su historia motivó acusaciones de otras víctimas; Leandro Tulia está preso y ahora espera sentencia
Por Ailén Rocío Vila y Vanesa Valenti
Para La Nación
Acasi un año de que la medallista olímpica Eugenia Bosco rompiera el silencio con LA NACION y diera a conocer su historia y la denuncia que hizo unos meses antes, este martes comenzó el juicio contra Leandro Tulia, su exentrenador de vela acusado de abuso sexual. La deportista, que brilló en los Juegos de París 2024 junto a Mateo Majdalani, destapó a principios de este 2025 un escándalo que derivó en otras tres denuncias y que dieron origen al proceso judicial.
Este martes se llevó a cabo la primera audiencia en el Tribunal Oral N° 3 de San Isidro, a cargo de la jueza Verónica Di Tommaso. Tulia está imputado de abuso sexual simple calificado por la guarda, ya que estaba a cargo de los chicos y chicas de las categorías formativas en la clase Optimist, en el Yacht Club Olivos. El juicio contempla tres hechos denunciados por dos de las cuatro víctimas que presentaron sus denuncias, tras la de Eugenia Bosco.
Desde el comienzo, no sin impacto, la causa tomó varios giros: la medallista argentina y abanderada de la delegación nacional en los Juegos Olímpicos del año pasado fue la primera en convertir en acción el dolor que atravesaba desde hacía al menos cuatro años. Sin embargo, su caso y el de otra denunciante (fueron cuatro en total, sobre cinco hechos) que reportaba abusos en la misma época terminaron en una causa paralela, debido a que ocurrieron antes de la Ley Piazza y por ello, fueron considerados prescriptos. Esta normativa, sancionada en 2011, estableció que la prescripción de estos delitos se considere a partir de la medianoche del día que una víctima menor cumple los 18 años.
Pese a eso, la fiscal de la Unidad Fiscal Especializada (UFE) en Violencia de Género y Abuso de Vicente López, Lida Osores Soler, apeló la decisión del juez de primera instancia. Y aunque la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial de San Isidro confirmó el criterio del juez, Osores Soler volvió a insistir ante el Tribunal de Casación, en donde permanece la causa por el momento.
Aún así, la palabra de Bosco generó una llama que se esparció por el ámbito de la vela y del deporte de alto rendimiento, y dos víctimas más se sumaron a denunciar a Tulia. Son ellas quienes se encuentran en la causa principal llevada adelante por el Tribunal Oral N° 3 desde este martes debido a que los hechos de abuso sexual ocurrieron entre 2012 y 2015, es decir, dentro de los últimos trece años. Asimismo, tanto Bosco como la restante denunciante ofician de testigos.
Tulia, que durante varias semanas posteriores a las denuncias mantuvo el total apoyo del Yacht Club Olivos, fue detenido en febrero en un departamento de la avenida Libertador, en cercanías a la institución en la que trabajó por más de 14 años y que le subvencionaba el mismo club. Sin embargo, tras su detención, el club lo removió de su cargo y dejó de pagar el alquiler.
Un caso que conmovió al deporte
El caso de Bosco causó un fuerte impacto. El relato público que hizo de su historia tuvo un peso jamás sentido en el deporte de alto rendimiento y provocó un cimbronazo tanto en el país como en el ámbito internacional. La sampedrina, de 28 años, acababa de vivir uno de los momentos más felices de su carrera en los Juegos Olímpicos de París 2024 por la obtención de la medalla plateada en Nacra 17, decidió contar lo que había padecido y que había dejado de lado por su objetivo deportivo.
Cuatro años antes de los Juegos, Bosco activó el trauma de lo que vivió en su infancia-adolescencia, y comenzó un proceso para asumirlo y sanarlo. Parte de ese proceso de reconocerse como víctima de abuso sexual la llevó a denunciar a Tulia en octubre de 2024 (apenas dos meses después de su gloria máxima como atleta).
En enero de este 2025 rompió el silencio con LA NACION y contó su historia, motivada por su propio proceso, pero también con generar un impacto y concientización que llevase a la prevención, ya que su exentrenador seguía tutelando menores en la misma función, en la escuela de Optimist del Yacht Club Olivos.
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