El Intendente Cecilio Salazar solicitó ante la Administración Nacional de Vialidad medidas de control preventivo para el tránsito en el lugar. Evaluaron la colocación de radares y sensores que representarían un control de las velocidades máximas


Tras la finalización de la primera etapa de la repavimentación de la Ruta 1001 que comprendió la renovación de Lucio Mansilla desde la zona de la Escuela Nº13 y el Corralón Municipal hasta la Avenida 11 de Septiembre, el Intendente Cecilio Salazar solicitó ante la Administración Nacional de Vialidad medidas de control preventivo para el tránsito en el lugar. 

La realización de esta obra largamente esperada, ha facilitado el tránsito en el lugar pero al mismo tiempo, genera una circulación a alta velocidad que preocupa, especialmente por la cercanía de un polo educativo.

Por tal motivo el Intendente recibió ayer en su despacho a funcionarios del Ministerio de Transporte con quien se analizaron algunas alternativas para persuadir a quienes recorren esta zona. 

Dentro de las posibilidades que se evaluaron, figura la colocación de radares y sensores que representarían un control de las velocidades máximas.  Además, se analiza la colocación de reductores de velocidad y se espera una demacración y señalización transitoria, que será completada por Vialidad cuando finalice la obra completa que comprende la zona de Crucero General Belgrano donde se encuentran trabajando actualmente y la repavimentación de la Ruta 1001.


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