La hermana y la madre de Nelson Lillo, junto a amigos, excompañeros del policía asesinado y funcionarios, recordaron al efectivo de la expolicía local a horas de conocerse que uno de los responsables del homicidio fue condenado a 48 años de prisión
Familiares, amigos, excompañeros y funcionarios se reunieron este jueves en la esquina de Oliveira César y Rivadavia. En esa esquina Pablo Morel y Roberto Branto Ayala abordaron un camión de un distribuidora de Baradero, robaron la recaudación a punta de pistola y en plena huida se cruzaron con Nelson Lillo y Laura Lencina, por entonces miembros de la Policía Local. Lillo dio la voz de alto y los delincuentes no dudaron. El policía fue baleado mientras su compañera se tiroteaba con los delincuentes. Murió minutos más tarde en el Hospital. Pablo Morel, uno de los delincuentes también cayó abatido.
Roberto Branto Ayala logró escapar y mantenerse prófugo varios días hasta que, herido de bala, se entregó. Esta semana fue condenado a 48 años de cárcel por la unificación de condenas. Es que Branto Ayala cumplía condena con el beneficio de salidas transitorias. De una de esas salidas, no volvió. Fue cuando protagonizó el robo en el que mató al joven policía.
"No estamos felices, sí es un alivio. Mi hermano siempre descansó en paz porque hizo las cosas bien pero ahora con más tranquilidad porque la persona que mató a mi hermano está preso y va a seguir preso. Pienso que no tendrá ningún beneficio más, son personas que hacen lo que saben hacer que es robar y matar", afirmó Verónica, hermana de Nelson. "Estaba desesperanzada, no imaginé tantos años, nos sorprendió", aseguró.