Las dos balas, construidas en hierro macizo, son idénticas, con un diámetro de 7,5 cm cada una y un peso, ambas, de 3,5 kilogramos. Fueron halladas por un vecino de San Pedro y cedidas a la Sala de Historia Reciente del Museo Paleontológico


Dos balas de cañón en perfecto estado de conservación fueron halladas por un vecino de San Pedro y cedidas a la Sala de Historia Reciente del Museo Paleontológico. Se trata de Marcelo Torresín, vecino de nuestra ciudad, que halló las balas cuando recorría la zona de barrancas. Los dos objetos metálicos oscuros sobresalían entre las rocas y los sedimentos que los rodeaban.

"Al ver que tenían superficie lisa y forma esférica, trató de liberarlos del terreno. Para su sorpresa, pronto se dio cuenta de que se trataba de dos balas de cañón", señalaron en un comunicado desde el Grupo Conservacionista de Fósiles de San Pedro y agregaron: "De inmediato al Grupo (Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico de San Pedro), para que los objetos hallados quedaran en la institución".

Las dos balas, construidas en hierro macizo, son idénticas, con un diámetro de 7,5 cm cada una y un peso, ambas, de 3,5 kilogramos.

"Si bien no se puede determinar con exactitud en qué circunstancias quedaron depositadas en la zona del hallazgo, se sabe que en nuestra zona, en tiempos históricos, se dieron diferentes escaramuzas en las que se utilizó artillería volante y cañones de bajo a mediano calibre", indicaron y explicaron: "Por recordar sólo uno de estos hechos se puede mencionar el cañoneo sufrido por el pueblo en 1829 cuando una flota enviada desde Buenos Aires bombardeó el casco urbano destruyendo varias viviendas".

"Rencillas políticas, hostigamientos realistas y demás desencuentros históricos, han dejado su huella en las barrancas con objetos como estos", agregaron y agradecieron el gesto de Torresín de dar aviso al Grupo Conservacionista.



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