Cada 1° de febrero, hasta que su cuerpo se lo permitió, empapeló la ciudad con la cara de su nieto, Aldo Daniel Pereyra, asesinado en 2004 a la salida de un boliche. Poco más de un año después perdió a su hija, madre de Daniel, víctima del cáncer. Asumió el rol de madre, de abuela y fue protagonista de la histórica marcha por seguridad que encabezó Juan Carlos Blumberg y que reunió a cerca de 8 mil personas
Martha Zulma Fontes Sosa (75) era la abuela de Aldo Daniel Pereira, el joven que murió tras ser apuñalado a la salida del boliche Terra Media el 1 de febrero de 2004. La causa se cerró dos años después y no hubo condenas por el crimen. El principal acusado tenía 14 años al momento del homicidio. Desde entonces, cada 1° de febrero Martha caminó las calles de San Pedro pegando afiches con la foto de su nieto para que, decía ella, "la gente de San Pedro no olvide que hay un crimen que quedó impune".
Martha no sólo perdió a su nieto sino que, poco más de un año después vio morir a su hija Jaqueline, mamá de Daniel. Su hija tenía un cáncer encapsulado que se expandió tras el homicidio. Murió sin saber que en la Justicia dejó de investigar el crimen. Fue en 2006 cuando el expediente fue archivado.
Desde entonces, y hasta que su cuerpo lo permitió, Martha fue mamá y abuela de los hijos e hijas de Jaqueline. Aunque trató de ocultarlo, lloró la noche que vio a su nieta recibir el diploma de egresada de la escuela secundaria en el salón de Cooperativa Las Canaletas.
Conservaba en su casa una carpeta con informes de la causa de su nieto y recortes periodísticos. Cada vez que alguien hablaba de Daniel, ella guardaba ese registro. Nunca perdió la ilusión de que algo de lo plasmado en ese registro la llevara a conseguir Justicia.
Martha fue protagonista y caminó en primera fila, junto a la familia Incisa (víctima del mismo joven apuntado por el crimen de Daniel), aquella noche de 2007 en la que Juan Carlos Blumberg reunió unas 7 a 8 mil personas en San Pedro que, cansados de los hechos de inseguridad, marcharon por las calles de San Pedro.
Falleció este viernes 29 de octubre por la madrugada después de 17 años de pelear por mantener viva la memoria de su nieto.