Verónica Macagno, reconocida cardióloga y terapista, con la alta tasa de mortalidad de pacientes que ingresar a UTI. "Hay gente joven sin factores de riesgo que llega a respirador y es muy raro que salga, o pasan mucho tiempo en respirador y salen con muchas secuelas", advirtió. Reclamó conciencia social y menos egoísmo


La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva publicó una solicitada (ver más abajo) dirigida a la sociedad argentina en la que advierten por la falta de profesionales, al límite de sus fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos por el tarbajo continuo e intenso y atendiendo cada vez más pacientes. Indicaron que "la mayoría de las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación", y reclamaron: "Sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos, que nos están dejando solos".

Verónica Macagno, reconocida cardióloga y médica terapista que está a cargo de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital, dijo que "el comunicado es muy claro" y que "el punto más importante es el comportamiento de la gente en medio de la pandemia", destacando que "con esas medidas de aislamiento social, mantener la distancia y usar el tapabocas, podemos disminuir la dispersión del virus".

"Si el paciente se contagió y llega a terapia intensiva tiene altísima mortalidad", advirtió la profesional y manifestó: "Desde afuera son números, pero ya no, son nuestro hermano, nuestro padre, hay gente joven sin factores de riesgo que llega a respirador y es muy raro que salga, o pasan mucho tiempo en respirador y salen con muchas secuelas"

"Al margen de nuestro trabajo, la gente tiene que entender que se tiene que cuidar para evitar la propagación del virus", reclamó Macagno en diálogo con La Radio 92.3.

"Vas a los negocios y te atienden con el barbijo en el mentón y la realidad es que usar un barbijo bien puesto es hacer mucho", cuestionó la responsable de la terapia intensiva del Hospital y analizó: "siempre pasa lo mismo con todas las conductas humanas, no hacemos caso hasta que no lo vivimos".

Macagno se refirió también a los reclamos de familiares que pretenden ingresar a las terapias intensivas a despedir a un paciente en su lecho de muerte y se ven impedidos de hacerlo: "Entrar a ver familiares es riesgoso para quien entra, y además el uso de equipo, es complicado. Se pueden hacer algunas excepciones, pero es difícil, exponemos no sólo al familiar sino a toda la gente con la que tiene contacto cuando sale. Es muy difícil, más allá de lo económico a la hora de hablar del costo de los equipos. No puede volverse algo habitual, eso va a ser imposible".

"Hoy en San Pedro ya todos tenemos a alguien cercano que pasó o atraviesa por la enfermedad y sin embargo la gente se sigue reuniendo en casas cuando no deberían, y no creo que mantengan distancia de dos metros y con tapabocas, no se están cumpliendo las recomendaciones", reclamó la profesional.

La Unidad de Terapia Intensiva del Hospital tiene hoy disponibles tres camas, ya que el sector que ocupaba la cuarta "es ahora un área de cambiado", mientras que el Shockroom "es una terapia no covid", y está el proyecto de "acondicionar otro espacio para poner dos camas más". En ese sentido, Macagno aclaró: "Tenemos respiradores e insumos, necesitamos acondicionar una sala para poner dos camas más. Se está planeando hace tiempo pero no es sencillo de materializar, necesitamos un sector con paneles especiales y conexiones a aire comprimido y oxígeno y una serie de condiciones más que llevan tiempo".

"Nosotros somos gente igual que ustedes, que se preparó para hacer algo un poco complicado, como cuidar la salud en un momento crítico, donde el paciente está con riesgo de morirse. Es difícil ser familiar y entender el trabajo nuestro, que es día a día, cuando no hay adelantos ni avances rápidos, lleva mucho tiempo; es trabajo de hormiga y en equipo", reflexionó y pidió: "Que nos tengan paciencia cuando tengan enfermos internados, pero sobretodo traten que sus familiares que no lleguen a nuestras unidades y que no lleguen a nuestras unidades depende de ustedes"

"Se tienen que cuidar ustedes, el trabajo nuestro es importante, pero la idea es que no lleguen acá, con su granito de  arena de todos los días, con conciencia social, con menos egoísmo y cariño a nuestro familiar, podemos mejorar la situación y frenar esto", concluyó.

La solicitada completa de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva

A la sociedad argentina:
Los médicos, enfermeros, kinesiólogos y otros miembros de la comunidad de la terapia intensiva sentimos que estamos perdiendo la batalla. Sentimos que los recursos para salvar a los pacientes con coronavirus se están agotando. La mayoría de las Unidades de Terapia Intensiva del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación. Los recursos físicos y tecnológicos como las camas con respiradores y monitores son cada vez más escasos. La cuestión principal, sin embargo, es la escasez de los trabajadores de la terapia intensiva, que a diferencia de las camas y los respiradores, no pueden multiplicarse. Los intensivistas, que ya éramos pocos antes de la pandemia, hoy nos encontramos al límite de nuestras fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos por el tarbajo continuo e intenso, atendiendo cada vez más pacientes. Estas cuestiones deterioran la calidad de atención que habitualmente brindamos. Enfundados en los equipos de protección personal, apenas podemos respirar, hablar, comunicarnos entre nosotros. También tenemos que lamentar bajas, personal infectado y lamentablemente, fallecidos, colegas y amigos caídos que nos duelen, que nos desgarran tan profundamente.

Terminamos una guardia en una Unidad de Terapia Intensiva y salimos apresuradamente para otro trabajo. Necesitamos trabajar en más de un lugar para llegar a fin de mes. Por horas y horas de trabajo estresante, agotador, pese a ser profesionales altamente calificados y entrenados, ganamos sueldos increíblemente bajos, que dejan estupefactos a quienes escuchan cual es nuestro salario. También nos entrenamos para lidiar con la muerte todos los días y le ganamos muchas veces. Aprendimos a ser resilientes.

Pero ahora sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos, que nos están dejando solos; encerrados en la Unidades de Terapias Intensivas con nuestros equipos de protección personal y con nuestros pacientes, sólo alentándonos entre nosotros. Observamos en las calles cada vez más gente que quiere disfrutar, que reclama sus derechos, la gente que se siente bien por ahora. ¿Qué pasará con ellos y sus familiares mañana? ¡Ojalá que no se transformen en uno de nuestros pacientes que, con fuerzas, trataremos de arrebatarle a la muerte! Porque nadie sabe cuándo el virus los infectará.

Sólo le pedimos a la sociedad que reflexione, y que cumpla con tres simples pero importantes medidas, recomendadas científicamente: distanciamiento social (permanecer a más de 1,5 metros), uso de tapabocas (cubriendo nariz y boca), lavado frecuente de manos (con agua y jabón o alcohol gel), no aglomerarse, no hacer fiestas, ¡No desafiar al virus, porque el virus nos está ganando! Les suplicamos no salir si no es necesario. El personal sanitario está colapsado, los intensivistas están colapsado, el sistema de salud está al borde del colapso.

Nosotros queremos ganarle al virus. Necesitamos que la sociedad toda nos ayude porque no podemos solos. ¡Por favor, ayudanos, quedate en tu casa! Ayudanos a disminuir el ingreso de pacientes. No queremos que vos seas el próximo paciente en nuestra Terapia Intensiva

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